LLUVIA

Lluvia...

Volvía a llover en la ciudad. 

La lluvia que caia a trompicones, mojaba la acera, a los peatones que presurosos buscaban huir de ella, e inundaba la atmósfera de nostalgia y tristeza.

    Pero entre tanta multitud llendo de un lugar a otro; un chico con las manos en los bolsillos y la oscura vista hacía el suelo, caminaba sin ninguna prisa. no le importaba empaparse o resfriarse, sólo podía pensar en lo ocurrido en la tarde. No dejaba de preguntarse cómo había perdido a la persona que tanto amaba. ¿Cómo había ocurrido? Ni él mismo lo comprendía, no acababa de asimilar todas las escenas de es corto momento, pasaban en su mente como en cámara lenta, sentía un gran vació y un dolor en el pecho que le dificultaba respirar.

Aún recordaba cada palabra que había salido de aquellos labios que tantas veces había besado y sobre todo no olvidaba aquellos ojos con los que siempre soñaba y que  por causa suya, ahora derramaban angustiosas lágrimas.

-Lo siento, pero es hora de que cada quien siga su camino.

Ella se marcharía.  Había sido aceptada en dos universidades una en otra ciudad y en la local, pero había eligido irse; así que lo abandonaría. Teniendo dos opciones tomaría la que la alejaba de él.  
 
-Si esa es tu decisión adelante, vete, no me importa- dijo intentando parecer lo más frió e indiferente posible, tenia que evitar el dolor

-Sabes, en este tiempo...

No dejaría que siguiera hablando cada palabra suya le provocaba un dolor en el pecho y en él  iba apareciendo un vacio, con cada minuto que pasaba moría poco a poco, así que se asesinaría de un sólo golpe.

-¿A que hora sale el vuelo?

-A las 12, sabes antes de irme yo...

-Hmp, no puedes simplemente irte y ya

¿Había sido grosero? sí, pero no soportaba la idea de perderla y tenia muchos sentimientos encontrados. Además él no se desplomaría frente a ella, no se lo permitiría, era su decisión y no intervendría, que hiciera lo mejor para ella así no fuera lo mejor para él.

-No esperaba que reaccionaras así, pensé que....

-¡¡¿Qué, qué?!! ¿Pensaste que me pondría a tus pies rogando que no te fueras y te quedaras?, sabes que no soy así.

Y eso era cierto su orgullo no le permitiría rogarle que se quedara por él, por más que eso lo consumiera no lo haría. Eso lo hacia odiarse, ya que estaba perdiendo a la persona más importante en su vida y no podía hacer o más bien no hacia nada para evitarlo.

-Cierto, olvide que eres un témpano de hielo

Sus palabras sonaron con resentimiento, tal vez con un poco de odio. El dolor en el pecho se apagó mientras que un vació lo inundo. Pero contrario a lo que se haría normalmente, su cerebro no pudo procesar otra reacción más que la indiferencia para protegerse e ignorar así el dolor.  
 
-Has lo que quieras y suerte en tu nuevo hogar

-Eres un idiota

-Y tú una molestia

-Te odio 

Fue lo ultimo que escucho de ella entes de que saliera corriendo de aquel café, donde se citaron para verse por ultima vez. Esas palabras habían causado un efecto mayor del que pensaba, el verla cruzar el umbral hizo que el mundo se derrumbara para él.

Te odio, esas palabras aún se escuchaban en eco dentro de él. Tanto tiempo juntos, tantas experiencias buenas y malas. Siempre habían superado todo juntos. Habían soñando una vida juntos, y ahora estaba decidido: no iba a dejar ir a la mujer que amaba.   

Después de pagar la cuenta salió a caminar arrepintiéndose de todo lo anterior. Ahora moría por dentro, sentía que se deshacía, la culpa de todo la había tenido él, lo había echado a perder y ahora tenía que solucionarlo.

11:30 am, ya casi llego. Pensó

Llegó corriendo a su destino,la puerta 4 del aeropuerto internacional, y llego justo a tiempo. Ahí estaba ella formada para poder entrar al anden del avión. Por impulso corrió y grito su nombre con todas sus fuerzas. Cuando por fin la vio, tenia los ojos rojos y una expresión de querer contener las lágrimas que le partió aún más el corazón.

-No te vayas, por lo menos no así- dijó algo agitado debido a la carrera que había hecho.

-Entonces... ¿como?- dijo con voz entrecortada que fueron puñaladas en el corazón para él.

-Yo... yo no quise decir eso... yo en verdad te amo, eres lo más importante para mi... sé que suelo ser frió, arrogante y mil defectos más, pero te amo, y no me gusta verte sufrir menos cuando es por mi culpa, yo... No quiero perderte, no te pido que te quedes por que sé de sobra que ya es tarde para eso pero sólo te pido una esperanza de que lo nuestro no va a terminar, no así.

-Eres un idiota- dijo ella con una sonrisa entre alegre, sarcástica y triste, para después abrazarlo y besarlo con ternura así como con una necesidad de que ese beso no terminara; disfrutando cada roce de labios que era bien correspondido.

"Pasajeros del vuelo 589 favor de abordar por la puerta 4" vocearon por el alta voz.
 
-Te iras???

Al preguntar eso, sintió como las piernas le flaqueaban y su corazón se aceleraba, ella simplemente guardo silencio.

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