DE AMORES Y SUPLICIOS

Hablo de amores dormidos
cada vez que te escribo
cada vez que te pieso
y cada una de las veces que siento
y no te siento
¿Cómo puedes estar tan lejos
y a la vez tan cerca?
Tanto tiempo juntos,
tanto tiempo distantes
¿Qué eres?
¿Dulce suplico?
¿Veneno tan dulce?
que no importa morir por él
¿Un ente de corazón tan frio que quema?
¿Tal vez un fantasma?
que se mete cada noche en mi cama
y que al amanecer se desvanece con el sol.
Pero sé que eres tan real
como el aire que respiro
tan tangible como la copa de vino
que pongo en mis labios
mismos que resienten tu lejanía,
tu indiferencia.
Con forme el tiempo pasa
las cosas siguen estaticas
ese frío que te envuelve
y se convierte en llamas
que nos envuelve
hasta consumirnos
hasta las cenizas
y como el ave fenix el fuego renace
y el suplicio comienza de nuevo