Relaciones...
Algunos son más felices acompañados así que procuran llevar relaciones duraderas. Otros dicen que esperan al indicad@ para tener su cuento de hadas, así que son felices con amigos y se la pasan soñando y esperando. Otros más les tiene sin cuidado cuando llegué ese alguien especial y pasan la vida vagando con su soltería felizmente sin preocupación alguna. Algunos más atrevidos se la pasan buscando a su media naranja y van de relación en relación, tan rápido como pueden y poco disfrutan sus compañias.
Pero una de las preguntas de fondo es...
¿qué nos mueve a compartir nuestra vida con otra persona?
Algunos pueden que me den una teoría sobre hormonas y la necesidad de buscar una pareja viable, para reproducirnos, pero a mi, como creo yo, a muchos más no nos satisface esa explicación, ya que donde dejamos las emociones y la experiencia de dejar de ser un ente que vaga por el mundo para ser dos personas que va de la mano y comparten un momento su vida.
Lo sé debí poner una advertencia antes de que iba a tener deslices románticos a lo largo de la columna, pero es inevitable para mi- una chica que vive enamorada del amor- y es que es cierto, las relaciones suelen tener varias faces o etapas que pueden ser tan largas o cortas como se quieran, pero la que más dura es la del enamoramiento.
Las parejas que superan la fase del gusto visual, y la del tanteo superficial del terreno, a la vez que el enamoramiento aumenta suelen ser las clásicas que vemos pasear en los parques felizmente de la vida. Una vez inmersos en el enamoramiento suelen presentarse los problemas de las cosas que no vimos y el enamoramiento disminuye y deja que ver que no estamos con un amor de novela, sino con una persona igual que nosotros, con errores y virtudes. Para muchos este es el momento de la relación donde salen corriendo por la desilusión. Algunos más valientes y decididos se mantienen en la relación con la esperanza de traer el cuento de hadas a la realidad, esa decisión implica un gran riesgo, y pocos triunfan en aquella misión, pero los que lo logran son aquellos a los que se les pronostica una larga vida juntos.
Una vez dado un burdo ejemplo del desarrollo de las relaciones amorosas- no es un modelo estándar, las cosas pueden variar y no encajar, pero al menos me da pie para seguir- todo el proceso anterior implica un riesgo, dejar entrar a alguien a tu vida de un modo distinto al como incluirías en ella a un amig@ no suele ser sencillo. En ocasiones el confiar en otra persona que no seas tú, es un arma de dos filos- espero no haga falta explicar esas dos caras de la moneda- así que cuando tomamos la decisión de lanzarnos a los brazos de alguien y compartir nuestra vida, esperamos obtener una nueva experiencia y si es satisfactoria mejor.
En realidad la explicación que más me gusta al respecto del porque buscamos estar en una relación en pareja deriva de lo anterior. Al iniciar una relación es como aventase en paracaídas, nos lanzamos emocionados por la experiencia, cuando caemos la adrenalina nos hace disfrutar la experiencia y cuando se abre el paracaídas podemos apreciar la hermosa vista, de manera confortable ya que confiamos en que nos sostenga el paracaídas el tiempo suficiente como para no matarnos en nuestro camino al piso.
En la relación nos atrae la novedad de la persona de la que gustamos; cuando la conocemos y es afín a nuestros intereses y modo de vida nos enamoramos; una vez que comprobamos que esa persona es viable como pareja y convertimos eso en una realidad y un estado en facebook, disfrutamos el compartir nuestra vida con esa persona que si bien puede ser tu amiga, trae más beneficios que ésta; y ya sea que la relación evolucione en algo más serio o termine mal, el viaje lo disfrutamos y la experiencia sirvió de enseñanza.
Así que no es sólo por lo biológico, sino también por lo sentimental y psicológico. Somos seres sociables, no nos gusta estar totalmente solos, así que el tener una pareja para acompañarte en tu vivir suena más agradable que pasar tu existencia en soledad como ermitaño o penando peor que la muñeca fea. Lo importante en la búsqueda de ese acompañante es la prueba y error, saber que quieres y que no quieres es fundamental. Y aún más, el tiempo que le dediques a procurar tus relaciones, porque puede que una de esas sea la indicada, pero no te diste el tiempo de disfrutar el viaje y reposar el vértigo en tierra antes de salir corriendo a vomitar porque el viaje no te gusto.

Pero una de las preguntas de fondo es...
Algunos pueden que me den una teoría sobre hormonas y la necesidad de buscar una pareja viable, para reproducirnos, pero a mi, como creo yo, a muchos más no nos satisface esa explicación, ya que donde dejamos las emociones y la experiencia de dejar de ser un ente que vaga por el mundo para ser dos personas que va de la mano y comparten un momento su vida.
Lo sé debí poner una advertencia antes de que iba a tener deslices románticos a lo largo de la columna, pero es inevitable para mi- una chica que vive enamorada del amor- y es que es cierto, las relaciones suelen tener varias faces o etapas que pueden ser tan largas o cortas como se quieran, pero la que más dura es la del enamoramiento.
Las parejas que superan la fase del gusto visual, y la del tanteo superficial del terreno, a la vez que el enamoramiento aumenta suelen ser las clásicas que vemos pasear en los parques felizmente de la vida. Una vez inmersos en el enamoramiento suelen presentarse los problemas de las cosas que no vimos y el enamoramiento disminuye y deja que ver que no estamos con un amor de novela, sino con una persona igual que nosotros, con errores y virtudes. Para muchos este es el momento de la relación donde salen corriendo por la desilusión. Algunos más valientes y decididos se mantienen en la relación con la esperanza de traer el cuento de hadas a la realidad, esa decisión implica un gran riesgo, y pocos triunfan en aquella misión, pero los que lo logran son aquellos a los que se les pronostica una larga vida juntos.
Una vez dado un burdo ejemplo del desarrollo de las relaciones amorosas- no es un modelo estándar, las cosas pueden variar y no encajar, pero al menos me da pie para seguir- todo el proceso anterior implica un riesgo, dejar entrar a alguien a tu vida de un modo distinto al como incluirías en ella a un amig@ no suele ser sencillo. En ocasiones el confiar en otra persona que no seas tú, es un arma de dos filos- espero no haga falta explicar esas dos caras de la moneda- así que cuando tomamos la decisión de lanzarnos a los brazos de alguien y compartir nuestra vida, esperamos obtener una nueva experiencia y si es satisfactoria mejor.
En realidad la explicación que más me gusta al respecto del porque buscamos estar en una relación en pareja deriva de lo anterior. Al iniciar una relación es como aventase en paracaídas, nos lanzamos emocionados por la experiencia, cuando caemos la adrenalina nos hace disfrutar la experiencia y cuando se abre el paracaídas podemos apreciar la hermosa vista, de manera confortable ya que confiamos en que nos sostenga el paracaídas el tiempo suficiente como para no matarnos en nuestro camino al piso.
En la relación nos atrae la novedad de la persona de la que gustamos; cuando la conocemos y es afín a nuestros intereses y modo de vida nos enamoramos; una vez que comprobamos que esa persona es viable como pareja y convertimos eso en una realidad y un estado en facebook, disfrutamos el compartir nuestra vida con esa persona que si bien puede ser tu amiga, trae más beneficios que ésta; y ya sea que la relación evolucione en algo más serio o termine mal, el viaje lo disfrutamos y la experiencia sirvió de enseñanza.
Así que no es sólo por lo biológico, sino también por lo sentimental y psicológico. Somos seres sociables, no nos gusta estar totalmente solos, así que el tener una pareja para acompañarte en tu vivir suena más agradable que pasar tu existencia en soledad como ermitaño o penando peor que la muñeca fea. Lo importante en la búsqueda de ese acompañante es la prueba y error, saber que quieres y que no quieres es fundamental. Y aún más, el tiempo que le dediques a procurar tus relaciones, porque puede que una de esas sea la indicada, pero no te diste el tiempo de disfrutar el viaje y reposar el vértigo en tierra antes de salir corriendo a vomitar porque el viaje no te gusto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
si te gusto comenta