Disculpa si me desaparecí un tiempito. Mi idea era subir un blog romántico sobre lo que es tener una pareja a distancia en tiempos de pandemia por eso del 14 de febrero. Pero pasaron cosas, aun sigo sin trabajo y llegó a mi vida un angelito de 4 patas que me tiene limpiando los pisos de mi casa a cada rato, revisando que no se coma cosas diminutas que encuentre y sobre cuidando no pisarla, ya que mide menos de 20 cm de alto.
Así que mi cuarentena extendida ha dado un pequeño giro, dónde una bolita de pelos me despierta en la madrugada con sus ronquidos, y a las 7 am llora pidiéndome comida.
Pero también me ha hecho tener una rutina más clara, me motiva a levantarme de la cama temprano, a hacer ejercicio jugando con ella y me acompaña en mis siestas de la tarde, en mis cursos online (ha salido varias veces en cámara, siendo adorable), incluso mientras leo y escribo esta a mis pies o encima de mí.
Y en sólo veinte días se ha vuelto parte importante de mi vida, la estoy viendo crecer y cambiar. Me da amor incondicional, a pesar de que la regaño cuando hace alguna travesurita. Mientras termino de escribir esto, nos venimos reponiendo de un susto, ya que se cayó del sillón de la sala y se lastimo la patita, ambas nos asustamos, yo al escuchar el fregadazo que se acomodo y ella por el dolor, aún cojea un poco, pero según el veterinario va a estar bien en unos tres días; aunque ella ya quiere correr y brincar sin importar que sea en tres patitas.
A veces me cuesta trabajo interpretar lo que dice y estoy segura que ella se confunde más de una vez con lo que le digo. Eso de enseñarle a ir a un sólo sito a liberar su hidratación, fue toda una proeza, hasta tuve que cargarla en pleno acto para llevarla a hacer dónde tenía que, dejando un rastro apestoso a nuestro paso.
El lazo que hemos creado es fuerte, nos mimetizamos por momentos y aunque no nos entendamos del todo ahí estamos junto a la otra.
A veces me pregunto, ¿por qué a los humanos nos cuesta tanto trabajo comunicarnos?, si nosotros inventamos tantas formas de comunicar ideas, sentimientos, porqué no las usamos.
Hay tantos malos entendidos que podríamos solucionar con sólo ser claros con el otro. Cómo con mi cachorrita, le digo que no me muerda al jugar y ya, ella entiende que no lo tiene que hacer, no porque sepa que me va a hacer daño, sino porque entiende que es algo que me molesta que haga.
Así cuando expresamos las cosas con los otros, muchas veces decimos algo que nos molesta del otro, pero sólo recargamos la culpa en otro, pero no expresamos o hacemos entender que si nos molesta es porque nos hiere.
Con mi cachorrita he aprendido que hay que ser claros en lo que se quiere, así el otro puede entendernos mejor, también a que no debes de guardar rencor, y que debes ser feliz con lo que tienes así sea un pedacito de listón amarrado.
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