Algunos
de mis amigos a quienes quiero y aprecio mucho me han dado a leer algunos de
sus escritos pidiendo mi opinión sincera. En esas ocasiones yo no puedo dejar
de sentirme alagada, ya que al pedirme su opinión es porque les importa, pero
tampoco deja de preocuparme el dar mi crítica ya que mi estilo de
escritura es muy diferente al de ellos y temo errar al dar mi opinión.
Además yo misma como escritora suelo tener
más miedos que aciertos al momento de escribir.
Mi estilo, criticado por muchos y amado por otros tantos, no es de letras
rebuscadas, es de letras simples, cotidianas, amables. Algunos me han indicado
que a veces escribo como hablo, y que mi literatura debería ser más cruenta y
real, e incluso que debería de ser más seria.
Esos comentarios en ocasiones me hacen cuestionarme no sólo a nivel
metodológico sobre mi labor al escribir, sino que en ocasiones me hacen
cuestionarme sobre mi forma de ver la vida y de describirla.
Y eso es un problema mayor ya que me lleva a preguntarme: ¿en qué lugar me
debo de ubicar en la literatura que se ha estado gestado en los últimos años?
Así que para resolver esa interrogante fui a una librería con el fin de
encontrar un patrón que pudiera englobar lo que se está produciendo en cuanto a literatura, en
estos años. Mi búsqueda fue fructífera y un tanto agotadora, la variedad de
géneros y títulos era inmensa que no pude en una tarde verlos todos.
A mí me agrada la idea que la literatura refleje un poco de la
"realidad" que vive el escritor, su entorno y sociedad, y eso es lo
que encontré en varios libros que al menos eso pretendían. En los títulos que
halle encontré similitud con los encabezados de los periódicos y de las
revistas políticas, o incluso en la breve descripción de portada de algún otro
libro con titulo dramático se podía encontrar relación con la sociedad violenta
y corrupta que vivimos en el país.
Pero también soy de la idea que un libro
tiene que revelar un poco del alma humana, y debe de tener una relación con su
imaginación y esa habilidad de poder crear algo que vaya más de su realidad, pero
lo más importante para mí es que el lector encuentre algo con lo que se
identifique y lo haga parte de su vida.

El hecho de que los libros que se estén produciendo
tengan un tinte de política amarillista, me produce cierta incomodidad, no sólo porque no aportan más que critica un tanto vacía respecto a los políticos,
y los libros que en verdad encierran un análisis poco más serio de los
acontecimientos lo hacen desde la perspectiva periodístico pero al hablar del presente cercano no pueden hacer más que especulaciones en ocasiones no tan bien sustentadas, lo que los llevan a no aportar o no plantear una solución real, algo
donde mueva al lector a tomar acción en búsqueda o implementación de una solución a los problemas que vivimos actualmente,
sino que en ocasiones sólo lo dejan a que el gobierno cambie o a que se tomen medidas
que no atañen en acción directa a los lectores.
En realidad pocos libros he visto que
plantean una visión crítica respecto a lo que plantean, en ocasiones sólo se
limitan a dar descripciones sórdidas respecto a los hechos que narran, sin
darle la profundidad que merece eso temas. El giro que esta tomando las historias que se cuentan en este momento se alejan demasiado de las novelas rosas o de fantasía, que no digo que este mal, exploran un lado de la escancia humana, que por desgracia es el más común en la actualidad, que es la sordidez el problema que veo al respecto es que los valores se han perdido y los protagonistas pasan de ser personas que se sobreponen de las adversidades con las que cualquiera se puede identificar, a ser entes corruptos que se dedican al crimen y pasan de ser ejemplo (en el mejor de los casos) a ser foco del morbo colectivo que despiertan.
Al volver a mi dilema primero: ¿en qué lugar me debo de ubicar en la
literatura que se ha estado gestado en los últimos años?
Yo sé que como escritora joven aún me falta
mucho camino por recorrer pero también sé que tengo que continuar trabajando
para ofrecer a los lectores algo con lo que se puedan identificar y les deje
algo, ya sea un momento divertido, un momento mágico o un momento reflexivo. Mi
propuesta siempre ha sido intentar rescatar un poco esa literatura que es
creadora de mundos, realidades, pero que sin embargo los personajes por más sobrenaturales
que sean mantengan un poco de lo que podríamos llamar esencia humana, de la que
podamos aprender ya que se ha estado perdiendo y corrompiendo.
En ocasiones la fantasía dice más de los anhelos de un hombre que lo que dice cómo verdad.
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