En algún momento de la mañana, tarde o noche usted lector homo sapiens no podrá negar que suele sentir un hueco en el estomago y no me refiero a ese que se produce por emociones consternantes, sino al que va relacionado con el rugir de intestinos que indican que usted tiene el tanque vacio, vaya pues, que usted tiene hambre y necesita ingerir alimento antes de que desfallezca de inanición.
Y lo primero que tiene que hacer para poder rellenar el
estomago y evitar que la tripa grande devoré a la chica es localizar una fuente
de alimento. Tal vez no fui muy específica ya que casi todo es comestible,
incluso al que tenga a un lado de usted en ese momento pero eso es canibalismo
y suele tener repercusiones legales. Una fuente de alimento puede ser diversa,
puede ser algo enlatado, enfrascado, embolsado o estar con un empaque 100%
orgánico.

El glorioso taco es un platillo básico en la gastronomía
mexicana y consiste en una tortilla rellena de cualquier alimento ya sea un
guisado complejo o algo relativamente sencillo como longaniza o carne de cerdo,
pero lo que hace único a éste platillo es la presentación que se le da. Para
comer un buen taco de suadero, por ejemplo, primero asegúrese que la carne sea
de vacuno y no le estén dando tacos de suaperro —la carne debe estar como un
bisteck grueso y no rosa como filete caro—
también asegúrese de que la tortilla este caliente y flexible para poder
maniobrar el taco, no olvide ponerle los aditamentos que esta variedad de taco
exige un puñito de cilantro picado, cebolla de la misma manera, jugo de limón y la salsa que
usted esté dispuesto a soportar.
El llevar el taco a su sistema digestivo debe ser lo más
sencillo ya que usted haya adquirido ese majar de los dioses, sólo basta con
tomar los costados de la tortilla siguiendo el sentido de la línea de carne y
aderezos que contiene, use pulgar en un costado y los otros 3 dedos en el otro
deje el meñique libre, que en este caso se metamorfosea y se convierte en el
dedo taquero. Con cuidado de no tirar nada acerque su taco a su boca abierta lo
más que pueda y una vez introducido en ella un buen trozo de taco desgarre con
los dientes un bocado, mastique rítmicamente y disfrute el sabor complejo de
todo. Pase el bocado una vez que considere que ha quedado bien molido, para que
éste pase por el esófago hacia el estomago de manera más sencilla basta con
pedir un refresco en botella de vidrio y tomar un trago tras el bocado. Y
Repita los pasos hasta terminar con el taco.
Para llenar el hueco en el estomago puede pedir más
tacos, procure experimentar y variar el relleno de los mismos. Coma cuantos
requiera, y no olvide disfrutarlos.
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