lunes, 25 de enero de 2021

LIBROS, LIBRERIAS Y EXORCISMOS

 La semana pasada creo la nota fue muy ácida, pero es lo que ocasionan mis vecinos con sus sonidos y karaoke mal afinado a las 2 de la mañana. 

    Pero esta semana ando de un humor más afable, y les debo un tema más ligero, así que es momento de story time, ¿sobre qué? sobre cuando trabaje en una librería. 

    Mi primer trabajo con seguro social, fue trabajar para una gran cadena de librerías, iba sólo los fines de semana y la librería en la que me toco trabajar esta en una gran plaza junto a un Chilli´s.

    El trabajo sonaba simple, pasar todo el día entre libros ofreciéndolos a los potenciales clientes/lectores que llegarán, pero no contaba que pasaría de 10 de la mañana a 9 de la noche de pie en un espacio de menos de 10 metros cuadrados con seis personas más, ¿alguien dijo síndrome de la cabaña?. 

    Mis primeros tres días con tantas horas de pie, fueron para mí lo peor, llegaba con los pies tan hinchados que parecían tamales zacahuil, buscaba la manera de entrar a la bodega a sentarme un poco y hacer estiramientos para que no me matará el dolor de pies. De verdad pensé que no lo lograría. Pero sorprendentemente dure medio año así. Claro, probé bastantes remedios para aliviar mis piernas cansadas, cremas especiales, ejercicios para la circulación, fomentos de agua fría, masajes, mi respeto para quienes llevan años en trabajos que les exijan estar de pie, aunque la evolución diga que debemos andar erguidos, es horrible estar todo el día así.

    En los meses que estuve ahí pasaron un montón de cosas, por espacio les contaré sólo un par, si este blog tiene varias visitas les hago la segunda parte. 

    ¿Recuerdan que al inicio les comente que la librería estaba junto a un restaurante Chilli´s? Eso es relevante porque eran unos vecinos muy particulares, no sólo compartía el mismo conjunto de uniforme que los meseros, sino que la librería al menos tres o cuatro veces al día se impregnaba del olor a pollo frito, lo cuál era horrible si tenías hambre o peor cómo en mi caso que me da asco el olor a pollo frito. Recuerdo una vez que les hicimos el favor de cambiarles una cantidad fuerte de efectivo por denominaciones más bajas y nos devolvieron el favor con un enorme platón de papas fritas. 

    En cuanto al ambiente laboral, bueno, hay mucha tela de la cuál cortar, si bien hice amistades que aún conservo, no puedo negar que la relación entre los trabajadores de planta era digna de telenovela. Regresar cada fin de semana era cómo ponerse al día de la novela y ver su desarrollo. Desde el clásico jefe que manda al que le cae mal a las tareas más pesadas, hasta el que le esconde la silla a la compañera para que no tenga dónde sentarse a la hora de comer. El más melodramático fue el que recomendó a su esposa a trabajar en la misma sucursal que él sin notificarle a la empresa, y que se escondían para darse sus besos en la plaza y fingían que se conocían porque eran vecinos y por eso llegaban y se iban juntos. Nos dimos cuenta porque las historias de sus hijos eran las mismas.

    Tan mala era la vibra que una vez de bodega nos llego un libro para hacer exorcismos que estaba en latín, la única con la capacidad de leer dichos encantamientos era una compañerita que estaba estudiando letras clásicas. Dicho libro fue leído por ella, per nunca lo pudimos vender, hasta la fecha sigue en una de las repisas más altas, junto a los libros esotéricos y barajas de tarot. 

    En 10 mts cuadrados pueden pasar muchas historias.

   Y no les he contado nada del tema clientes, (eso será para una segunda parte), les adelanto que trabajando ahí descubrí que para todo libro hay un lector, así cómo hay lectores que nacen a raíz de un libro.

    ¿A qué me refiero? A qué había libros que luego me hacían pensar, ¿Quién carajos comprará este libro llamado Cerebro de pan, que habla sobre lo malos que son los carbohidratos para el cerebro? Y pum, era de los libros que más se vendía el fin de semana. 

    También no faltaba la persona que entraba a curiosear y después de una breve charla sobre sus gustos en lectura salía con un libro nuevo o iniciaba una nueva etapa en su vida lectora, así vi dar el paso a varios, desde el adolescente que leía El diario de Greg y le recomendé el juego de Ender o la saga de Percy Jackson; hasta la señora mayor que leía 50 sombras de Grey y termino en el camino de Flores en el ático.


    Ahí también descubrí la importancia de recomendar un libro, un libro puede cambiar una vida, suena muy dramático pero es cierto. 

    De momento dejaré este story time hasta aquí, ya en una segunda parte les cuento las anécdotas de clientes raros, desde los que se quedan después del cierre, hasta los compradores encubiertos, sin olvidarme de contarles del Focol. 

     La semana que viene es mi cumpleaños, así que no olviden seguirme en Twitter para que les cuente primero cómo me fue en estos festejos virtuales.


miércoles, 20 de enero de 2021

MIS VECINOS LOS ZOMBIS QUE HACEN FIESTAS

 En varias entradas anteriores les he hecho alusión a los apocalipsis de películas y el que hay días en los que me siento en uno. 

Cuando esto empezó un amigo decía que: "esto nos ha roto la realidad"; y es cierto, la vida ya no es la misma, las cosas que hacíamos antes cómo ir al cine, salir a pasear al centro comerciar, salir a comer a los restaurantes, simplemente salir... se han vuelto como en varias películas, un riesgo de vida. 

¿A qué viene todo esto?

A que en estas semanas de desempleo e incertidumbre, me siento como en esa película coreana dónde se queda encerado en su departamento y no puede salir porque hay un montón de zombis agresivos afuera. Y por decir zombis están mis vecinos que llevan desde diciembre haciendo "reuniones familiares" con música a todo lo que da y que a parte de no dejarme dormir, me hacen pensar en cosas como los seres queridos que ya he perdido y mis amigos que están al frente de batalla agotados de tantos pacientes que intentan salvar.

He visto un montón de películas apocalípticas, zombis, desastres naturales, invasiones extraterrestres y he notado que en todas las historias lo más peligroso son los seres humanos. Por ejemplo, sí en una escena hay unos zombis en un vagón de tren que están al fondo y en el otro extremo están dos personas pidiendo ayuda y que los dejen pasar al otro vagón, no falta el egoísta que empiece a manipular para que no los dejen entrar, haciendo que esos humanos pierdan ese tiempo y oportunidad para salvarse. 

O un clásico, cuando el mundo entra en una crisis apocalíptica dónde no hay ya ni humanos, ni recursos; el personaje protagonista va por la carretera y encuentra a alguien pidiendo ayuda en medio de la nada, y cómo es un ser de principios se detiene a ayudar, cayendo en una trampa, dónde o le quitan todo lo que traía, o lo llevan a una cabaña dónde lo quieren hacer en barbacoa. Así el personaje termina "castigado" por su buena intención de querer ayudar, y los agresores sólo demuestran que la idea es aprovecharse del otro. 

Vamos, que a lo que voy es que muchas de esas películas no están tan alejadas de la realidad. ¿Qué es lo que pasa con la sociedad, que en medio de una pandemia y crisis mundial en vez de ser solidarios, son tan egoístas cómo para decir: ¿y a mí qué? Esas personas no son nada diferentes a los carroñeros de Mad Max o a los que con tal de salvarse ellos te dejan a merced de las olas de zombis.

Es cierto, nuestra realidad se ha roto, la vida no va a volver a ser como antes y creo que ya debemos irnos haciendo a la idea, que las cosas que hacíamos antes, ahora son peligrosas. Hay que ser creativos e innovar para hacer las cosas ahora, por ejemplo el home office se esta legislando, es riesgo de trabajo contraer COVID, los restaurantes pueden y deberían extender sus entregas a domicilio, las clases ahora son online. 

Hay muchas maneras de estar juntos a la distancia, de cuidar a los que tienen que salir porque sino no comen, pero a la gente se le olvida que en un descuido te puedes contagiar. ¿Tan vital consideran reunir a más de 50 gentes en un patio para "celebrar" o simplemente para divertirse? 

Creo ese tipo de cosas nunca las entenderé, cómo el ser humano puede ser tan egoísta, cómo es que en escenarios dónde el mundo se cae a pedazos, piensan:  pues a mí no me va a pasar nada, y mientras yo esté bien qué importa el resto. Simplemente no lo entiendo.

Por suerte éste virus no nos está mutando en zombis, porque sino, sería difícil obtener víveres rodeada de zombis, me la pasaría día y noche vigilando que no estuvieran queriendo comerme las tripas. 

     
Esta transmisión es para ti que estas afuera, quiero que sepas que no estas sólo, que todavía hay una resistencia que está en contra de esas fiestas masivas, que se queda en casa y que toma sus precauciones. Resiste, la vacuna no tarda en llegar. Usa tu cubrebocas, y usa tu desinfectante favorito, ya hay con aroma a manguito. Cuídate, fortalécete para que si hay que correr tu estés sosteniendo la puerta del vagón limpio de zombis.

martes, 12 de enero de 2021

LA VIDA ATRAVÉS DE UNA PANTALLA

En estos meses de encierro y días extraños la manera de establecer comunicación con el mundo exterior es por redes sociales, chat y lo mejor y lo peor que la humanidad ha inventado: las video llamadas.

    No sé si a ustedes les pase, pero a mí me estresan. El estar buscando ángulos para verse bien; la búsqueda de ropa adecuada, he visto que algunos despreocupados se atreven a hacer video llamadas con camisa y en calzones; fallos de conexiones; silencios incomodos; micrófonos encendidos que olvidamos y nos dejan en evidencia, en fin, todo puede salir mal en una video llamada. 

    Si bien es una manera divertida de no sólo platicar sino también de ver un rostro diferente a los que uno ve en el confinamiento diario; es un recurso que no a todos gusta, a algunos incomoda o después de un tiempo pasa la novedad y lo dejan de lado como medio de comunicación.

En algún momento me preguntaron en Instagram porque no me hacia youtubera, a lo que respondí que no se me ocurre cómo de qué podría ser el canal y lo peor de todo es que no me considero muy fotogénica que digamos, mi Instagram esta lleno de fotos de comida, y si bien mi cara es demasiado expresiva, no me siento con la seguridad de pararme frente a una cámara y hablar como si tuviera a alguien enfrente contando algo sin aburrir al que me ve, por medio del blog al menos creo me puedo explayar con un poco más de soltura. Aunque no se sabe, igual en algún momento mi falta de trabajo y exceso de tiempo me lleven a abrir mi canal de recetas de cocina.

    Regresando a lo de las video llamadas, si bien ahora es el recurso para las clases online, de lo cuál ya les platique un poco, mi acercamiento más interesante con este medio de comunicación, fue una entrevista colectiva para un trabajo que se realizo en zoom. Fue extraño postularme para un trabajo en una videollamada, intentando no estar desenfocada, pedir mi internet no fallara y buscando un espacio de paz para que no hubiese sonidos urbanos, como la señora que vende pan frente a mi casa, para intentar echarme flores y esperar que me contratarán, lo que no paso, así que, sigo desempleada.

    Esta situación mundial, de la cuál muchos ya estamos hartos nos hacen ser creativos, y el hacer video llamadas y zoomparty es algo a lo que he terminado frecuentando, aunque no me gusta verme en cámara es lindo ver a mis parientes o amigos, lo veo más viable que ir a fiestas de inmunidad o peor pretender que por empezar un nuevo año el COVID19 desapareció y ahora puedes hacer tu vida como antes. 


    Si algo aprendí en esos meses de ser docente a distancia es que hay que adaptarse a los nuevos tiempos, hay que buscar un punto medio entre lo que se debe hacer y lo que se quiere, no podemos regresar a la vida como era antes de la pandemia, porque el mundo ya no es el mismo, pero podemos adaptarnos a esta nueva normalidad, los lazos no se extinguen a menos que te alejes, las tecnologías ayudan a eso, a sentirnos cerca del otro, así que, contesta esos mensajes viejos, no esperes dos años a tener que contar, a veces un simple hola basta para descubrir que los lazos que has formado son más fuerte de lo que pensabas.


lunes, 4 de enero de 2021

NUEVA NORMALIDAD, POPÓSITOS DE AÑO NUEVO Y LA VACUNA

 Todavía estoy a tiempo de decir FELIZ AÑO 2021! Lo logramos, sobrevivimos a un año de pandemia mundial y aunque aún nos quede bastante camino por recorrer con este virus en nuestras vidas diarias, YA HAY VACUNA.

 Con esas noticias es bueno empezar el año, sabiendo que hay al menos cuatro vacunas efectivas contra la primer cepa del COVID, si bien algunas tienen efectos secundarios en ocasiones, por suerte ninguno da indicios de ser zombificación, ahí sí ya estaríamos fregados y con lo gordos que muchos hemos quedado en esta cuarentena las posibilidades de sobrevivencia en un escenario tipo the walking dead se hacen menos.

Que ese podría ser un buen propósito de año nuevo, hacer ejercicio para tener condición física en caso de apocalipsis zombi. 

Y hablando de propósitos para este año 2021, que todos deseamos fervientemente que sea más esperanzador o al menos más llevadero que el pasado, ¿Qué propósitos tienen? 

Para ser honesta yo no me los había planteado hasta que estaba intentando no atragantarme con las uvas a media noche del 31, la pregunta qué ha rondado mi mente estos 4 días del año nuevo, ha sido ¿Qué quiero este año?

A lo que podría responder, que quiero salud, dinero y amor, pero para poder decir que tengo alguno hay que hacer algo para conseguirlo, ¿no creen?

En estas circunstancias pandémicas la salud es lo más importante, porque no estoy segura desde dónde me leen, pero en México la situación esta fea, pocos llevamos los cuidados recomendados y entendemos que la cosa es seria, además saber de un familiar enfermo es un golpe duro, con todo lo que se oye al respecto del bicho éste, uno se espanta y el no poder cuidar a tu enfermo pega aún más. Por suerte la esperanza se recupera conforme vez la evolución de tu familiar, benditas videollamadas. Ojalá tú que estas leyendo esto no hayas pasado por esto, deseo de todo corazón que si estas pasando por algo así, todo salga favorable.

Así que la salud en estos tiempos es importante y hacer todo lo posible para que la conservemos, seguir con el uso de cubrebocas, desinfectante y evitar aglomeraciones o salidas de casa innecesarias son vitales, no nos queda más que seguir con esos menesteres y ser pacientes con lo del turno de vacunarnos.

Respecto al tema financiero, bueno, para los entrevistadores estoy en un periodo dónde estoy evaluando mis opciones laborales y de crecimiento profesional, eso suena mejor que decir que estoy sin trabajo, porque me despidieron días antes de navidad con el argumento de que mi puesto ya no era indispensable. Cómo podrán entender la noticia me cayó como balde de agua helada, esperaba contar con el empleo un poco más, sin embargo, aunque me desanime al principio, me da un respiro para descansar y cambiar de aires.

Así que, en eso ando, en la búsqueda de un trabajo que me reditué y que me haga feliz, espero poder regresar a dar clases pronto, extraño eso un montón, era divertido y me retaba a dar lo mejor de mí.

Y en cuanto al amor... puedo decir que estoy en una feliz relación y lo único que quisiera es que dejará de ser amor a distancia, eso ha sido algo que me ha quitado la pandemia, las tardes con el amor de mi vida, las idas al cine y todas las patoaventuras que vivíamos juntos en la ciudad.

¿Qué si tengo esperanza de que éste 2021 sea mejor? Claro!, deseo que este año las cosas mejoren para todos, que logremos llegar a esa famosa "Nueva Normalidad", dónde ir en transporte público al cine no te mate, dónde pueda ir a trabajar sin esa ansiedad que me hace tallar mi piel hasta ponerla roja y sobre todo que la gente entienda que si se le pide el uso de cubrebocas es para cuidarse no sólo a si misma, sino a los suyos. 


NOSFERATU A 100 AÑOS

 ACÁ  LES CUENTO TODOS LOS DETALLES DE ESTE CENTENARIO FILM CURIOSIDADES, RESUMEN Y MÁS YO SOY LUNA Y AHORA LAS NOTAS ESTAN EN FORMATO DE VÍ...