En estos meses de encierro y días extraños la manera de establecer comunicación con el mundo exterior es por redes sociales, chat y lo mejor y lo peor que la humanidad ha inventado: las video llamadas.
No sé si a ustedes les pase, pero a mí me estresan. El estar buscando ángulos para verse bien; la búsqueda de ropa adecuada, he visto que algunos despreocupados se atreven a hacer video llamadas con camisa y en calzones; fallos de conexiones; silencios incomodos; micrófonos encendidos que olvidamos y nos dejan en evidencia, en fin, todo puede salir mal en una video llamada.
Si bien es una manera divertida de no sólo platicar sino también de ver un rostro diferente a los que uno ve en el confinamiento diario; es un recurso que no a todos gusta, a algunos incomoda o después de un tiempo pasa la novedad y lo dejan de lado como medio de comunicación.
Regresando a lo de las video llamadas, si bien ahora es el recurso para las clases online, de lo cuál ya les platique un poco, mi acercamiento más interesante con este medio de comunicación, fue una entrevista colectiva para un trabajo que se realizo en zoom. Fue extraño postularme para un trabajo en una videollamada, intentando no estar desenfocada, pedir mi internet no fallara y buscando un espacio de paz para que no hubiese sonidos urbanos, como la señora que vende pan frente a mi casa, para intentar echarme flores y esperar que me contratarán, lo que no paso, así que, sigo desempleada.
Esta situación mundial, de la cuál muchos ya estamos hartos nos hacen ser creativos, y el hacer video llamadas y zoomparty es algo a lo que he terminado frecuentando, aunque no me gusta verme en cámara es lindo ver a mis parientes o amigos, lo veo más viable que ir a fiestas de inmunidad o peor pretender que por empezar un nuevo año el COVID19 desapareció y ahora puedes hacer tu vida como antes.
Si algo aprendí en esos meses de ser docente a distancia es que hay que adaptarse a los nuevos tiempos, hay que buscar un punto medio entre lo que se debe hacer y lo que se quiere, no podemos regresar a la vida como era antes de la pandemia, porque el mundo ya no es el mismo, pero podemos adaptarnos a esta nueva normalidad, los lazos no se extinguen a menos que te alejes, las tecnologías ayudan a eso, a sentirnos cerca del otro, así que, contesta esos mensajes viejos, no esperes dos años a tener que contar, a veces un simple hola basta para descubrir que los lazos que has formado son más fuerte de lo que pensabas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
si te gusto comenta