miércoles, 9 de octubre de 2013

FRÍA

Hace tiempo estaba dedicada a la soledad
me había prometido no caer en el amor
por miedo a sufrir
por miedo a sentir
no quería arriesgarme
quería jugar sin perder
reír aún queriendo llorar
disfrutando mi soledad
mientras lentamente me envenenaba
y me calaba hasta los huesos,
soñaba e idealizaba un sueño azul
encontraba opciones que parecían sueños
pero mi razón los convirtió en pesadillas
y mi ideal no llegaba
la vida da vueltas
y la gente pasaba de mí
muchas caras, muchos nombres
y entre ellos apareció un ángel
de suaves alas y dulces besos
trajo esperanza y paz
me da miedo que ese ángel
sea sólo una ilusión más
y desaparezca dejándome de nuevo el la oscuridad.
 

jueves, 12 de septiembre de 2013

LABERINTO

ADVERTENCIA: ESTE POEMA TIENE ALTOS NIVELES DE TRISTEZA Y DESESPERACIÓN, PERO TAMBIEN LOS TIENE DE LUZ Y ESPERANZA....
ESPERO Y LOS CONMUEVA.
I

Desperté de un sueño azul,

con lágrimas negras brotando de mis ojos

 cayendo como hojas en otoño,

con mis alas de nuevo rotas.

Cansada de tanto andar,

atormentada por fantasmas

de tiempos antiguos,

que abren una herida que creía curada

dejando un dolor que no me abandona.

II

En el ardor de esta agonía

me siento perdida,

completamente sola,

en este laberinto de espinas.

Mi mente se rehúsa a aceptar la realidad,

dejándose embriagar por la oscuridad,

 de miedos que no desaparecen,

y de pesadillas que fueron una vez,

 sueños azules.

III

Me acerco cada vez más al abismo

de mis pensamientos más oscuros.

Dulce decadencia,

maldito mar de soledad,

el cuento de cristal se rompió

no dejó más que sueños rotos,

lágrimas que parecen infinitas,

labios marchitos

y un vacío abismal.

IV

En medio de una canción desesperada,

me acurrucó en un rincón

y le rindo lealtad al dolor,

maldigo al tiempo detenido

en éste sinsentido

en el que me he convertido.

V

Sumida en pesadillas de tintes rojos

con el alma en un precario equilibrio

entre la condena eterna

o la salvación,

con ángeles negros rondando mi habitación

hablando con mi alma

seduciéndola a la tentación

de caer completamente en sus brazos.

VI

La cura parece tan lejana,

el horizonte aún no lo vislumbro,

he perdido toda esperanza,

de volver a ver de nuevo la luz del sol.

Ahora sólo cobijo mi noche

con luz de luna

 dulce luna, anestesia mía.

VII

Gotas de lluvia golpean mi ventada,

colándose hasta mis mejillas,

temo cerrar los ojos

porque no encuentro paz,

 aún no hay paz dentro de mí.

me encuentro vagando

entre el cielo y el infierno

perdida en el limbo de mis pensamientos.

VIII

Miró el inmenso cielo desde mi balcón

me pierdo contando las estrellas

tan infinitas como mis sueños

y me encuentro con la claridad de la luna,

e intento olvidar la pesadilla

suspiro anhelando la libertad.

IX

Encerrada en un jaula de cristal

paso el tiempo consumiéndome lentamente

me siento aturdida,

como en un sueño.

Me hundo el recuerdo aquel

donde derramé una lágrima dulce

 cuando un vacío en mi alma surgió

y mi corazón se detuvo

 al dejar ir a la paloma blanca.

X

Entre mi miedo y mi arrogancia

intento alejarme, huir de ti

no sé que eres

tal vez mi dulce locura

o tal vez veneno dulce

que no importa morir por él,

o tal vez un sueño eterno

del que no sé despertar.

XI

Intento revivir,

buscando que de a poco,

mi corazón vuelva a latir,

pero eres egoísta

y me arrastras de vuelta a ese infierno

que es tu guarida,

 y mi tormento.

XII

A veces la realidad se asoma

por los huecos de mi sopor

abrumándome, hiriéndome.

Entonces, regreso a mi refugio

para no sentir,

sumergiéndome en la nada,

donde me invade la soledad

y no me deja dormir

diciéndome que no se irá.

XIII

La nieve cae a mí alrededor

y el frío invade mi ser,

pero, en mi corazón se mantiene ardiendo

una leve flama de esperanza

que se ha negado a morir

ante los fantasmas que atormentan

a mi alma gitana,

que vaga por éste infinito mar

al que llamamos vida.

 XIV

El viento sopla en mi cara

despertándome suavemente,

continuo viendo el cielo,

el amanecer se acerca

por el horizonte,

mostrándome un camino

que promete traer un poco de paz

y una que luz desvanezca las sombras.

XV

Dulce ángel ven a mí,

arráncame este vacío del pecho

que no me deja ver la luz del día,

que me hace perder el rumbo.

Tómame de la mano

y caminemos juntos

por entre las sombras

borra mis huellas al pasar,

que de éstas no quede ni el recuerdo,

limpia de mis mejillas

las lagrimas de sangre

di mi nombre y sálvame.

XVI
Sin nada más que poder hacer o decir,

con deseo de encontrar

de nuevo mi camino.

Ahora sólo me quedan:

los restos de un corazón,

sueños inconclusos,

un beso al aire

y un adiós amargo.

XVII

He visto una leve luz

al final de este maldito laberinto.

Me he despertado

de mi largo letargo

con un beso dulce

que, limpiando todo a su paso,

va cerrando heridas,

trayendo la promesa de algo más.

XVIII

De emociones y razones

 guiadas por un sinfín de pensamientos,

bien dicen que las cosas llegan a su tiempo

que el tiempo lo cura todo,

tiempo,

 bendito tiempo.

 
HADA LUNA

jueves, 22 de agosto de 2013

PUNTO MUERTO.


PUNTO MUERTO.

¿Nunca han sentido que tiene tantas cosas que hacer que no tienen tiempo ni para respirar?

  Yo quisiera decir que no he conocido ese sentimiento de estrés constante y auto exigencia, pero pareciera que conforme pasa el tiempo las cosas suben de dificultad al igual que en un videojuego. Claro, en los videojuegos tienes la posibilidad de reiniciar todo y empezar las veces que quieras desde donde fallaste. En cambio en la vida no es así, cuando fallas en algo, tienes dos alternativas o lo resuelves, o te hundes.

   Pero de algo estoy y estaré segura, rendirse no es la mejor opción. Si bien hay cosas que nos sacaran de nuestras casillas hay que buscar relajarnos e intentar pensar con claridad. Aunque eso suene más fácil de lo que es ya en la práctica, hay ir aprendiendo y no desistir ya que con el tiempo uno va encontrando su punto de balance.

   La batalla que por lo regular lleva a perder de vista el camino es el interminable dilema del quiero contra el puedo. Porque no siempre podemos hacer lo que queremos sin sacrificar algo y por hacer lo que debemos en ocasiones no hacemos lo que queremos.    Y por lo regular terminamos cediendo a nuestros instintos, y caemos en algún extremo. Para luego quejarnos de las consecuencias de nuestros actos.

  O en casos más acertados y más aventureros, intentamos hacer lo que queremos y lo que podemos al mismo tiempo. En el mejor de los casos las cosas se acoplan para que todo salga bien, pero por desgracia la vida no es fácil y le gusta que nos esforcemos. Nos pone pruebas y mide nuestra capacidad multitareas.

   En ocasiones puede que el trabajo nos absorba o pretenda hacerlo, o que cedamos ante nuestras pasiones, o simplemente nos queramos aislar del mundo. Pero si logramos darle un lugar a cada actividad, y buscamos que este sea provechoso, no sólo vamos a lograr no estresarnos sino que lograremos un punto muerto, donde las cosas no se sobrepasen de los límites que les debemos ir poniendo. Claro que en ocasiones las cosas tienen que ceder un poco para poder hacer todo, pero nunca hay que sacrificar una por otra, ya que eso nos hará perder el balance y terminaremos llorando o quejándonos de esta mundana existencia.

   Algunos a esta altura del texto- los que se atrevieron a seguir leyendo y por eso doy gracias- se preguntaran el por qué me decidí a hablar rebuscadamente sobre la búsqueda de un equilibrio en esta vida.

   La respuesta es no muy compleja. Más bien es parte de mis impresiones sobre el mundo social actual y de mis propios traumas. En esta era tan tecnológica y tan “avanzada” no hemos olvidado de buscar un equilibrio entre mente cuerpo y el mundo.

  Dejamos de lado a la familia, amigos o pareja por trabajar, o descuidamos el trabajo por divertirnos hasta que el cuerpo aguante, o peor nos olvidamos de nosotros mismos al intentar complacer a los otros.

   El tener tantas cosas por hacer y que el tiempo no nos sea suficiente, a veces es algo que queremos compensar llevando una vida rápida y vertiginosa, donde todo lo hagamos en un instante y comenzamos a buscar la salida fácil a todo.

  A algunos nos afecta eso y nos volvemos un tanto melancólicos y vemos cómo antes las cosas no eran tan difíciles, ni tan complicadas cómo se van haciendo a lo largo de la vida. Pero la esperanza de reconectarse con eso a lo que podría catalogar como equilibrio o punto muerto, no debe perderse. Como dije líneas atrás el encontrarlo no es sencillo, pero se puede lograr con esfuerzo.

   Y también hay que tener presente que ese equilibrio no va a ser eterno. Así que sí queremos conservar cierta estabilidad hay que darle el peso adecuado a todo y si alguna cosa falla debemos estar conscientes de que no es el fin del mundo y que ese espacio que dejo eso en tu balanza se puede compensar con algo más.

   La búsqueda de la felicidad es eterna, pero si sabes qué camino tomar, el viaje puede ser tan lindo cómo la meta.
 

jueves, 4 de julio de 2013

DE SAPOS Y PRINCIPES AZULES


Estaba tomando un café en la terraza de una cafetería en una plaza comercial, cuando se sentó en la mesa de junto un grupo de amigas, que no pasaban de los 16 años. Su plática no me habría incumbido si no fuese por dos cosas que ocurrieron en los 30 minutos que permanecieron en el local. La primera el volumen de voz con el que se comunicaban, no sólo llamaron mi atención a su plática sino que también la de muchos de los que ahí estábamos, algunos las callaban de vez en cuando pero a ellas no les importo y continuaron con su discurso público. La segunda cosa que me hizo prestar más atención de la socialmente correcta a su plática fue el tema central de ella, una de las chicas al parecer estaba pasando por un tipo de duelo que al menos muchos hemos vivido una vez, le habían roto el corazón.

  La visita a la cafetería era una mesa redonda para analizar el hecho, la chica en duelo estaba segura de que había perdido al amor de su vida ya que llevaba más de un año con su pareja y no podía creer que el chico en cuestión ya no la quisiera (porque al parecer él había terminado con ella). Sus amigas aparte de cumplir función como pañuelo de lágrimas, no dejaban de opinar al respecto de lo que decía su amiga, “era el amor de su vida”, unas estaban a favor de que intentará regresar con el chico y le pidiera una segunda oportunidad; otras más estaban a favor de que lo empezará a olvidar y que lo superará, indicándole que había más hombres en el mundo que él.

   La media hora fue un debate entre las amigas sobre si el primer amor es el bueno y si tenían que buscar por más tiempo y seguir besando sapos hasta encontrar al príncipe azul. Sinceramente en ocasiones, más de las que quisiera, he tenido el dilema que las chicas debatían, y más de una vez me he preguntado: ¿Existe el príncipe azul o sólo hay sapos no tan malos y entre ellos hay algunos que valen la pena?

  Las chicas de 15 años buscan un príncipe azul, ellas no ven más que el modelo clásico que termina en un matrimonio feliz por los siglos de los siglos, expectativa que cambia un poco después del primer rompimiento, en ocasiones ya a los 20’s  las experiencias, que pueden ser muchas o pocas, pero valiosas hacen que uno se centre en lo que en verdad quiere, o al menos eso en teoría. Pasando los 18 hay algo que cambia y ya no buscamos el típico noviazgo de “manita sudada”, buscamos experimentar y disfrutar el momento.  Pero conforme pasan los años y la experiencia se acumula, las cosas que buscamos van cambiando hasta ir pensando en establecer una relación formal.

   Lo cierto es que sin importar la etapa en la que estemos, de ensoñación, experimento o formalización; siempre solemos preguntarnos si con el hombre con el que nos estamos relacionando es el correcto, o sólo un ave de paso.

   Hay veces que encontraremos en el hombre en turno cualidades que nos gustaran y que pondremos en nuestra lista de virtudes que debe poseer en el hombre de nuestros sueños, y también encontraremos defectos que nos calaran hasta los huesos y que buscaremos no encontrar en ninguna otra pareja potencial a lo largo de nuestra vida. El hacer eso es perfectamente normal y de hecho sería lo idóneo, los problemas se presentan cuando ensoñamos demasiado y comenzamos a buscar un hombre que pertenece más al mundo de lo irreal que al de los simples mortales, haciendo la búsqueda cada vez más difícil, porque las expectativas son demasiado altas para que un hombre normal las cumpla.

   Supongo que a veces es bueno dejarse llevar por la magia del enamoramiento y el juego de la seducción, y el hecho de que nos lleguen a romper el corazón es algo que no podemos evitar, pero algo de lo que estoy segura es que hay que ser realistas y estar consientes que el hombre perfecto no existe, pero el compañero ideal sí y que está en algún lugar buscando también a alguien con quien compartir su vida. Y que para poder encontrar a ese compañero ideal pasaran años, o tal vez meses pero llegará cuando estemos listas, y aún cuando ya esté en nuestras vidas no podremos saberlo al instante sino que el tiempo y el cómo llevemos la relación día con día, nos darán pistas de si vamos por el camino correcto o no.

   Algo que nunca hay que olvidar es que: mientras llegue el indicado, no hay que andar por la vida buscando ideales, ni tampoco encerrándonos en casa esperando a que aparezca por la puerta, sino que hay que continuar disfrutando de la vida y no ignorar las oportunidades que se nos presentan. Quien sabe tal vez la vida nos sorprenda cuando menos lo esperemos.

 

martes, 2 de julio de 2013

LA LITERATURA "CONTEMPORANEA"


Algunos de mis amigos a quienes quiero y aprecio mucho me han dado a leer algunos de sus escritos pidiendo mi opinión sincera. En esas ocasiones yo no puedo dejar de sentirme alagada, ya que al pedirme su opinión es porque les importa, pero tampoco deja de preocuparme el dar mi crítica ya que mi estilo de escritura es muy diferente al de ellos y temo errar al dar mi opinión.

  Además yo misma como escritora suelo tener más miedos que aciertos al momento de escribir.

   Mi estilo, criticado por muchos y amado por otros tantos, no es de letras rebuscadas, es de letras simples, cotidianas, amables. Algunos me han indicado que a veces escribo como hablo, y que mi literatura debería ser más cruenta y real, e incluso que debería de ser más seria.

  Esos comentarios en ocasiones me hacen cuestionarme no sólo a nivel metodológico sobre mi labor al escribir, sino que en ocasiones me hacen cuestionarme sobre mi forma de ver la vida y de describirla.

   Y eso es un problema mayor ya que me lleva a preguntarme: ¿en qué lugar me debo de ubicar en la literatura que se ha estado gestado en los últimos años?

   Así que para resolver esa interrogante fui a una librería con el fin de encontrar un patrón que pudiera englobar lo que se está produciendo en cuanto a literatura, en estos años. Mi búsqueda fue fructífera y un tanto agotadora, la variedad de géneros y títulos era inmensa que no pude en una tarde verlos todos.

  A mí me agrada la idea que la literatura refleje un poco de la "realidad" que vive el escritor, su entorno y sociedad, y eso es lo que encontré en varios libros que al menos eso pretendían. En los títulos que halle encontré similitud con los encabezados de los periódicos y de las revistas políticas, o incluso en la breve descripción de portada de algún otro libro con titulo dramático se podía encontrar relación con la sociedad violenta y corrupta que vivimos en el país.

  Pero también soy de la idea que un libro tiene que revelar un poco del alma humana, y debe de tener una relación con su imaginación y esa habilidad de poder crear algo que vaya más de su realidad, pero lo más importante para mí es que el lector encuentre algo con lo que se identifique y lo haga parte de su vida.

  El hecho de que los libros que se estén produciendo tengan un tinte de política amarillista, me produce cierta incomodidad, no sólo porque no aportan más que critica un tanto vacía respecto a los políticos, y los libros que en verdad encierran un análisis poco más serio de los acontecimientos lo hacen desde la perspectiva periodístico pero al hablar del presente cercano no pueden hacer más que especulaciones en ocasiones no tan bien sustentadas, lo que los llevan a no aportar o no plantear una solución real, algo donde mueva al lector a tomar acción en búsqueda o implementación de una solución a los problemas que vivimos actualmente, sino que en ocasiones sólo lo dejan a que el gobierno cambie o a que se tomen medidas que no atañen en acción directa a los lectores.

   En realidad pocos libros he visto que plantean una visión crítica respecto a lo que plantean, en ocasiones sólo se limitan a dar descripciones sórdidas respecto a los hechos que narran, sin darle la profundidad que merece eso temas. El giro que esta tomando las historias que se cuentan en este momento se alejan demasiado de las novelas rosas o de fantasía, que no digo que este mal, exploran un lado de la escancia humana, que por desgracia es el más común en la actualidad, que es la sordidez el problema que veo al respecto es que los valores se han perdido y los protagonistas pasan de ser personas que se sobreponen de las adversidades con las que cualquiera se puede identificar, a ser entes corruptos que se dedican al crimen y pasan de ser ejemplo (en el mejor de los casos) a ser foco del morbo colectivo que despiertan.
     
   Al volver a mi dilema primero: ¿en qué lugar me debo de ubicar en la literatura que se ha estado gestado en los últimos años?

  Yo sé que como escritora joven aún me falta mucho camino por recorrer pero también sé que tengo que continuar trabajando para ofrecer a los lectores algo con lo que se puedan identificar y les deje algo, ya sea un momento divertido, un momento mágico o un momento reflexivo. Mi propuesta siempre ha sido intentar rescatar un poco esa literatura que es creadora de mundos, realidades, pero que sin embargo los personajes por más sobrenaturales que sean mantengan un poco de lo que podríamos llamar esencia humana, de la que podamos aprender ya que se ha estado perdiendo y corrompiendo.
 
En ocasiones la fantasía dice más de los anhelos de un hombre que lo que dice cómo verdad.

UNA TARDE DE LLUVIA


Llovía a cantaros y me fui a refugiar al Tórtola, un local al que ya se me había hecho costumbre ir por las tardes después de clases, para tomar un café y hacer las lecturas de la semana.

   Éste sitio me parecía bastante seguido más relajante que la biblioteca. El olor que despedían el café y el pan recién horneado envolvían el local relajándome, además los murmullos del gentío callaban mi mente. Lo contrario a la biblioteca de la universidad, que con su enfermizo silencio le dejaba a mi mente bastante espacio para hablar con migo y eso no era algo que me gustara hacer muy seguido desde hacía ya algún tiempo. Era bastante irónico el caso, antes ese era mi lugar preferido en el mundo y ahora le rehuía lo más que podía. Pero lo único que no cambiaba era mi amor por la lectura. Ese amor me había llevado a estudiar letras hispánicas en la facultad de filosofía y letras en la UNAM, al sur de la ciudad.

   Entre al local cerrando mi paraguas, tomé asiento en una de las mesitas que daba a un ventanal con vista a la avenida. Comencé a hojear el menú, que ya casi había memorizado por completo, estaba a la espera de que alguna mesera  llegará a tomar mi orden, cuando escuche una voz muy familiar que hizo mi corazón se detuviera por un instante.

   -¿Disculpe señorita, puedo tomar su orden?

   -¿Xavier?- al principio no caí en cuenta hasta que lo vi bien-¡¡¡ Xavier que gusto verte!!!

   Y lo abracé en un acto automático

   -¿Que sorpresa encontrarnos así, no? Me dedicó una gran sonrisa.

   -La verdad es que si, yo vengo a este lugar casi a diario y nunca te había visto, ¿cuándo llegaste?, por qué no me avisaste para irnos a dar una vuelta por la ciudad. Mi entusiasmo era notorio en mi tono de voz, y eso pareció alegrarlo.

   -De hecho llegué ayer en la noche y me estoy quedando en el depa que tiene mi tío arriba de la cafetería. No te llamé porque quería sorprenderte, y parece que funcionó.- Me guiño el ojo.- Me alegra que hayas reaccionado tan entusiasmada.

   Le dedique una sonrisa algo nerviosa.

   -¿Tu tío, tiene un depa aquí?

   Pregunté, rompiendo el breve silencio, intentando desviar la conversación

   -Sí, mi tío es el dueño de la cafetería

  -Guau ¿qué pequeño es el mundo, no?

  -Bastante, y ¿cómo has estado?

  -Mejor…- Le dedique una sonrisa, claro que me encontraba mejor ahora, al menos me sentía mejor que hacía un año, y mejor que hacía unos meses.

  Me miró detenidamente, esperando encontrar algo en mi rostro que le permitiera saber si le mentía o era honesta, al final me devolvió la sonrisa.

   Esa tarde me la pase en la barra de aquella cafetería, platicando con Xabi, quien había llegado a mí como una gran luz que iluminó mis días grises a partir de esa tarde lluviosa.

    Para tranquilidad de muchos de mis amigos y familiares en este tiempo no me había convertido en una ermitaña huraña. De vez en cuando socializaba en mi salón de clases, e incluso me llevaba bien con algunos compañeros, pero no había alguien que se ganara lo suficiente mi confianza para pasar a ser considerado un amigo cercano.

   En cambio en muchas ocasiones prefería estar sola con un buen libro. Pero también procuraba mantener la comunicación con mis viejos amigos del bachillerato. A Tamara la veía seguido, estaba estudiando psicología y su facultad estaba a pasos de la mía, así que solíamos reunirnos para comer o para ir al cine o de compras. A veces nos acompañaba su novio Leonardo, quien estudiaba la misma carrera que mi amiga y cuando podía llevaba a algún amigo suyo para que no me sintiera incomoda ante las muestras de cariño que le propiciaba a mi amiga. Sinceramente me daba gusto ver feliz a mi mejor amiga.

   También solía ver a los otros chicos, Martín estudiaba medicina y cuando iba a su facultad íbamos a desayunar juntos para ponernos al día. A Lucas y a José los veía seguido en los pasillos de la facultad, ellos estaban estudiando historia, éste dúo siempre lograba ponerme de buenas, y las platicas con ellos a veces se extendían por horas.

   En fin aunque no los veía tan seguido como quisiera, sabía que mis amigos estaban ahí y no estaba tan sola, aunque a veces me sintiera así.

   El tiempo pasaba tranquilo e incluso a veces un poco monótono, iba de la universidad a mis tareas, que en muchas ocasiones hacía en la cafetería de mi amigo con quien compartía algunas anécdotas, y de ahí a mi departamento; donde en ocasiones me invadía la soledad.

   En estos dos últimos años, había adquirido una forma de vivir en el intento, sí, intentaba superar muchas cosas que me habían pasado pero no lograba llegar a completar la misión.

  Había fantasmas que aún me atormentaban, y que se negaban a irse completamente. Era una herida semi cicatrizada. Y al menos ya no necesitaba medicamentos para alejar a esos fantasmas, ya me era cada vez más sencillo alejarlos por periodos largos. El problema era cuando reaparecían, en ocasiones no podía dormir por días, y cuando eso pasaba terminaba adelantando la tarea para la semana y caminando por la vida como zombi, acompañada de un termo enorme de café.

   Mi salud mental era frágil así que procuraba mantenerla estable por mí misma, no siempre era fácil, pero. ¿Qué más podía hacer?

lunes, 17 de junio de 2013

DE LIBROS Y LECTURAS


Todos tenemos algún libro favorito que nos cuenta una historia apasionante, con personajes que nos despiertan sin número de emociones, tristeza, riza, adrenalina, angustia, etc. El vivir aventuras acompañando a esos personajes nos despierta la imaginación, nos ayuda a viajar sin necesidad de salir a la intemperie, de conocer realidades mágicas, de aprender de ellos y de sus vivencias. 
 


   Al abrir un libro nos encontramos con una historia que quiere ser conocida y que espera dejar algo en nosotros, claro depende cuanto seamos capaces de abrirnos ante lo que leemos.

   Hace unos años cuando yo iba a la secundaria era considerada por mis amigos como rara porque me gustaba leer y leía más libros en un año de lo que la mayoría había leído en toda su vida, sin contar los libros de texto de la primaria. En ese tiempo yo estaba fascinada por la biblioteca de mi escuela, que ahora que lo veo en retrospectiva no era muy grande pero a mí me llegó a parecer enorme, el hecho de que  gustará ir a la biblioteca en cuanto tiempo libre tuviera y que pudiese pedir prestado libros para leerlos en mi casa por las tardes me pareció lo más asombroso del mundo. La idea de que la biblioteca era de los lugares más geniales de la secundaria no era compartida por muchos de mis amigos, a quienes les interesaba algo más “real” que monstruos míticos, y lugares llenos de magia, o de ciudades futuristas, y solían hacer actividades que después me entré eran normales en jóvenes de entre 12  y 15 años, como jugar en las canchas, pasear por los patios en busca de galanes o jugar botella en los salones, entre otras actividades que si bien practique, no lo hacía como algo primordial para mí, prefería sentarme a terminar de leer un capítulo del libro en turno a jugar semana inglesa.

   Al entrar a la preparatoria las cosas no fueron muy distintas, de mi grupo de amigos era quien más leía por gusto,  y mi lugar favorito era la biblioteca, pasaba tanto tiempo ahí que llegue a ser la chica que hablaba con los bibliotecarios tanto como si hablara con profesores. El lugar donde actualmente estoy estudiando no está muy alejado de aquel lugar en el que sí me perdía por horas y mis amigos sabían en donde buscarme y seguro me encontrarían.

   Analizando mi librofilia, que durante mi vida he descubierto que es poco normal no sólo entre mis amigos, sino a nivel nacional, me considero una excepción a la regla. A continuación explicaré porque.

   Hace no mucho leí en un periódico que los mexicanos en general no leen más que 2.8 libros al año, esa cifra me pareció alarmante y más alarmante los artículos que leí después respecto al tema, donde se leía entre líneas la decepción de qué la gente en el país leyese tan poco y que no leyeran títulos de peso o de los considerados “cultos”, sino que se limitaban a leer textos como: El libro vaquero, o de esos de editoriales pobres que venden cualquier cosa sobre fantasmas, leyendas o reflexiones que hacen llorar hasta al más sensible e ingenuo.

  Analizando el panorama en el que al mexicano se le relaciona con los libros, puede ser una de las explicaciones respecto a la alarmante cifra de 2.8 libros por año que lee el mexicano. Por qué, simple desde la educación básica no nos acercan a los libros con algún incentivo más que la obligación, y si algo es bien conocido de la naturaleza del mexicano es su poca motivación ante las cosas que tiene que hacer por obligación.

  Los programas nacionales de fomento a la lectura se han reducido a regalar libros a los niños, mismos que jamás leen, y quedan arrumbados en la casa o terminan siendo vendidos junto con el periódico, o son vendidos por 10 pesos en el metro. Aunado a esto las bibliotecas públicas son escasas y la difusión de su existencia es casi nula, ejemplo de esto puedo mencionar la biblioteca cerca de mi casa que hasta hace 2 años me entere que existía desde hace 6, y las librerías no son muy amigas de los mexicanos que prefieren pagar cerca de 200 pesos al mes en televisión de paga para poder ver sus novelas en HD, que invertir la misma cantidad en un buen libro, o mejor si saben buscar en librerías de viejo hasta 3 libros que pueden ofrecerles tramas menos “choteadas” que los refritos de telenovelas de los 70´s.

   El común de los mexicanos no termina por entender que la mejor arma para evitar la manipulación política y social es abrir la mente a un buen libro. No importa si es una novela de un amor imposible, o un libro de análisis político o histórico, lo que realmente le da valor a una lectura es cuando te empiezas a preguntar el porqué de las cosas y tomas ejemplo de lo que pasa cuando se actúa de cierta manera o se implementa cierta medida. Cuando empiezas a ver que la historia futurista donde a los humanos ya no poseían emociones y lo que más disfrutaban era de los avances tecnológicos y de las creaciones científica, que no hay más enfermedades ni hambre, porque todo es sintético y ya no hay naturaleza y la que sobrevivió al cataclismo se encuentra detrás de los muros de la ciudad donde viven los protagonistas de la historia, cuando vas más allá de la lectura y eres capaz de relacionarla con lo que está pasando en la realidad y te percatas que no esta tan alejada esa historia de la época donde vivimos, probablemente nazca en ti evitar que esa historia de ciencia ficción traspase las páginas del libro y se vuelva realidad. Ahí es cuando la lectura se vuelve valiosa.
 
Sin embargo no nos enseñan en la escuela y en la casa menos, a leer y preguntarnos cosas, es más algunos están acostumbrados a leer para arrullarse, o sólo en caso de tener que hacerlo para algún trabajo escolar, se desprecia la lectura de libros, pero se aplaude la lectura de revistas de variedad y espectáculos, que no nos ofrecen nada más que un deguste visual que dura poco.
  La solución no es tan sencilla como el regalar libros a diestra y siniestra a los niños que nunca los van a abrir, sino que hay que educar para formar lectores por placer, no por obligación, el incentivar la imaginación con algo que desperté el interés, que se relacione con el ambiente en el que se vive, con la situación emocional en la que se encuentre el futuro lector. Motivar y no obligar he ahí la calve de solucionar este problema social.
   Las mejores historias son relatadas por tradición oral, pero no hay nada mejor que enterarse uno mismo de cómo fueron escritas en un principio.
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jueves, 13 de junio de 2013

ALAS AZULES

He abierto una puerta en mi mente
que dejó al descubierto un recuerdo
sobre un cuento rosa
del que quedaron trozos dispersos
en el tiempo
una sonrisa adorno mi rostro
y un suspiro alivio mi alma
cerré los ojos
lanzando un beso al aire
la paz, por fin llegó.


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El vuelo he emprendido
hacia un sueño blanco
rompiendo las barreras de las dudas
y levantándome
cada vez con más fuerza
mis alas han sido curadas
más de una vez
pero mi corazón herido
se mantuvo cálido
alimentando con esperanza
ese sueño rosa.

NOSFERATU A 100 AÑOS

 ACÁ  LES CUENTO TODOS LOS DETALLES DE ESTE CENTENARIO FILM CURIOSIDADES, RESUMEN Y MÁS YO SOY LUNA Y AHORA LAS NOTAS ESTAN EN FORMATO DE VÍ...